El concejal de la U.C.R., Fernando Rizzi, presentó a consideración del Concejo Deliberante un Proyecto de Comunicación mediante el cual se solicita al Departamento Ejecutivo, con intervención del Consejo Municipal del Medio Ambiente y de la Universidad Nacional de Mar del Plata, disponga la realización anual de una medición de contaminación del aire en los puntos que se consideren críticos en el Partido de General Pueyrredon.
La medición de contaminación del aire deberá llevarse adelante previa investigación en ingeniería a fin de determinar el protocolo de trabajo para obtener un estudio "serio" del tema que incluya además la elaboración de un modelo de dispersión de contaminantes que permita identificar cuáles deben ser los puntos de muestreo y monitores permanentes en la ciudad.
"Mediante la medición de aquellas áreas más afectadas puede realizarse una visualización esquemática de la distribución espacial determinando la amplitud de la concentración de gases tales como el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, permitiendo tomar las medidas adecuadas al respecto, y prevenir la degradación del ambiente", explicó el autor de la iniciativa.
Se considera la existencia de contaminación atmosférica cuando la presión de una sustancia extraña o la variación importante en la proporción de los constituyentes es susceptible de provocar efectos perjudiciales o de crear molestias, teniendo en cuenta el estado de los conocimientos científicos del momento (Congreso de Europa 1967).
Esas sustancias extrañas son agentes contaminantes, gases, líquidos y sólidos que se concentran en suspensión en la atmósfera y cuyas potenciales fuentes de origen son procesos industriales; combustiones domésticas e industriales; vehículos con motor de combustión.
Para el autor de la iniciativa a estas fuentes de contaminación hay que agregarle, como agravante, "el constante proceso de deforestación de la ciudad", que consideró "producto de una falta total de políticas forestales de la gestión municipal".
"Es necesario generar conciencia ciudadana acerca de estos tópicos previendo una política tendiente a lograr la gestión de la calidad del aire midiendo el impacto de las actividades industriales, comerciales y domésticas", aseveró Rizzi. Asimismo consideró necesario "reflexionar sobre los efectos generados por el sector del transporte, identificado como la principal fuente de emisiones de gases".
Entre los efectos dañinos de la contaminación del aire, el edil apuntó: "El desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas tales como el infarto; la inhalación de partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros ingresan en las vías respiratorias más pequeñas e irritan las paredes arteriales; el debilitamiento de la capa de ozono; envenenamientos derivados de los metales pesados", entre otros.
El concejal consideró también que "los sistemas naturales se ven afectados en la medida en que determinados contaminantes afectan a las poblaciones vegetales o animales" y que "también aparecen daños materiales sobre bienes de uso común o bienes culturales como el depósito de partículas sobre las fachadas, envejecimiento edilicio, corrosión de obras de arte o mobiliario urbano, etc".
La medición de contaminación del aire deberá llevarse adelante previa investigación en ingeniería a fin de determinar el protocolo de trabajo para obtener un estudio "serio" del tema que incluya además la elaboración de un modelo de dispersión de contaminantes que permita identificar cuáles deben ser los puntos de muestreo y monitores permanentes en la ciudad.
"Mediante la medición de aquellas áreas más afectadas puede realizarse una visualización esquemática de la distribución espacial determinando la amplitud de la concentración de gases tales como el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, permitiendo tomar las medidas adecuadas al respecto, y prevenir la degradación del ambiente", explicó el autor de la iniciativa.
Se considera la existencia de contaminación atmosférica cuando la presión de una sustancia extraña o la variación importante en la proporción de los constituyentes es susceptible de provocar efectos perjudiciales o de crear molestias, teniendo en cuenta el estado de los conocimientos científicos del momento (Congreso de Europa 1967).
Esas sustancias extrañas son agentes contaminantes, gases, líquidos y sólidos que se concentran en suspensión en la atmósfera y cuyas potenciales fuentes de origen son procesos industriales; combustiones domésticas e industriales; vehículos con motor de combustión.
Para el autor de la iniciativa a estas fuentes de contaminación hay que agregarle, como agravante, "el constante proceso de deforestación de la ciudad", que consideró "producto de una falta total de políticas forestales de la gestión municipal".
"Es necesario generar conciencia ciudadana acerca de estos tópicos previendo una política tendiente a lograr la gestión de la calidad del aire midiendo el impacto de las actividades industriales, comerciales y domésticas", aseveró Rizzi. Asimismo consideró necesario "reflexionar sobre los efectos generados por el sector del transporte, identificado como la principal fuente de emisiones de gases".
Entre los efectos dañinos de la contaminación del aire, el edil apuntó: "El desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas tales como el infarto; la inhalación de partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5 micrómetros ingresan en las vías respiratorias más pequeñas e irritan las paredes arteriales; el debilitamiento de la capa de ozono; envenenamientos derivados de los metales pesados", entre otros.
El concejal consideró también que "los sistemas naturales se ven afectados en la medida en que determinados contaminantes afectan a las poblaciones vegetales o animales" y que "también aparecen daños materiales sobre bienes de uso común o bienes culturales como el depósito de partículas sobre las fachadas, envejecimiento edilicio, corrosión de obras de arte o mobiliario urbano, etc".
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